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capítulo 48 (comentario)

texto: capítulo 48

El dios que se levanta exclusivamente en el ‘ser’ es heredero del paganismo. El Dios verdadero, que no tiene nombre y que es Origen de todo lo que existe, ése abarca el Ser y la Nada, la presencia y la ausencia, el naciente de Agua Vida y la hondonada del abismo sin fondo donde las cosas aparentemente sucumben en la inexistencia.

El Dios verdadero no es puro ‘ser’ estático, que juzga, hace y deshace. El Dios verdadero es Camino, es movimiento, cambio e impulso, y ningún ser asoma su existencia en el cosmos si no es para emprender ese Camino y para alcanzar la plenitud del retorno al Origen que lo engendró. El Dios verdadero es puro impulso de Amor.

La inexistencia es la penetración en el fondo del abismo de la Nada. Pero esa Nada está llena del Dios-Amor, por eso de la Nada surge la vida, y no hay Vida eterna que no pase por la muerte de la inexistencia, porque para que una cosa finita pueda abandonar su condición debe primero dejar de existir para volver a reexistir transformada.

texto: capítulo 48

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