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capítulo 21

comentario: capítulo 21

Un gobernante con autoridad no necesita hacer valer su poder,
el pueblo obedece espontáneamente y se le somete con alegría.
Un gobernante sin autoridad tiene que hacer valer su poder:
el pueblo no se le somete sino que busca la manera de burlarlo.

El hombre afortunado a menudo siente miedo por el fracaso,
pero el fracaso es sólo el hueco del éxito. Y todo hueco se llena.
¿Para qué buscar la fortuna que enciende el temor al fracaso?
¿Para qué huir del fracaso que invita a la presencia del éxito?

Los que buscan el asentamiento de las normas se desconciertan:
Lo que ayer se tomaba como algo normal, hoy produce extrañeza.
No existe orden que con el paso del tiempo no se desordene,
ni hay bondad que se prolongue mucho sin urdir una malicia.

El pueblo necesita ideas asentadas, por eso se vuelve escéptico,
pero la espada del sabio corta de un tajo sin derramar sangre,
sus agudas palabras penetran hasta el corazón sin dejar heridas.
La Luz del sabio ilumina sin intimidar con su resplandor.

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