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capítulo 42

comentario: capítulo 42

El Camino del Cielo es el Espíritu.
Se asemeja a un arquero que tensa su arco:
Baja la parte superior, sube la parte inferior.
La verticalidad de los extremos se acorta,
la horizontalidad del arco se alarga.

El Camino del Cielo actúa de esta manera:
acorta lo que es alto y ensancha lo estrecho.
Pero el camino del hombre es el opuesto:
le roba a lo que lo que es insuficiente
para colmar lo ya es excedente.

¿Quién es capaz de tomar lo que le sobra
para satisfacer la necesidad del que le falta?
Sólo el que está lleno del Espíritu del Cielo.
Ése no se apropia de los frutos de sus obras,
ni reclama el reconocimiento de sus méritos.

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