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capítulo 49

comentario: capítulo 49

El cosmos sólo se ocupa de su unidad,
no se deja influir por cada cosa que contiene.
Las voces de los hombres son para él
como los ladridos de un perro de paja.
El sabio se ocupa de su unidad al Origen,
los hombres que vociferan son para él
como perros de paja que ladran.

El espacio entre el Cielo y la tierra
es semejante al interior de un fuelle,
el vacío no lo contrae ni lo agota,
al contrario, cuanto más se mueve
más y más sale de su interior.
Esto no se puede expresar con palabras,
mejor sentirlo en el propio vacío interior.

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