ESPÍRITU


	Pero si todo procede de la unidad y tiende a la unidad, ¿por qué la multiplicidad de las cosas del universo? Nada puede conocer otra cosa que a sí misma, porque si dos cosas fuesen verdaderamente distintas ninguna de la dos tendría conocimiento de la existencia de la otra. Esto es, la conciencia de “lo otro” es la conciencia de sí mismo a través de Dios. No existe más que un solo “yo”, que es una proyección del “YO” único, que es Dios. ¿Cómo hablamos entonces de que lo múltiple tiende a la unidad si afirmamos al mismo tiempo que todas las cosas son la misma cosa? Esto es por el principio de la anacronía: No hay dos cosas que existan al mismo tiempo, pues si son dos es que son la misma pero en instantes diferentes.