KYRIE ELEISON

     

ESPÍRITU

   

 

      E

libro 1 - capítulo 08


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  En cada cosa del universo existe una inquietud, una carencia. Ninguna cosa es capaz de guardar reposo porque ningún sitio es su sitio, ninguna coyuntura su verdadero entorno. Lo exterior a sí le impide identificarse sólo y exclusivamente consigo misma, pero es incapaz de obviarlo porque lo percibe y es percibido por ello.
Entonces reconoce lo externo como parte de sí misma, y va a su encuentro, mas no puede fundirse con ello, porque entre una cosa y lo externo a ella existe una relación de anacronía. Pero si lo percibe y ve que le es propio, forma con ello un orden, justo el que más se aproxime al Orden Original, que es el orden que parte de la esencia de las cosas mismas, el orden en el que fueron creadas.
Y el proceso de reordenación es el proceso de la reunificación y, por lo tanto, de acercamiento a Dios. Y esto es un acto de Amor.
Y aquí se sugieren los dos principios de la existencia de toda la creación divina: El Orden y el Amor.