KYRIE ELEISON

     

ESPÍRITU

   

 

      E

libro 1 - capítulo 11


anterior - índice - siguiente

             
  Pero este ente, en su retorno a Dios, se ha visto transformado por su relación consigo mismo, por eso el lugar del que procedía cada vez menos es ya su lugar. Buscar a Dios es buscar su nuevo lugar, y es posible que nunca consiga encontrarlo, y que, al final de los tiempos de todas las cosas, cuando “todo” sea otra vez “uno” en Dios, ese ente quede excluido.

Extrañas palabras éstas. ¿Acaso no existe en Dios un lugar para cada cosa que ansíe volver a Él, y que, en resumidas cuentas, es parte de sí mismo? No absolutamente siempre: Para Dios sólo existe una cosa que no tiene cabida en Él: esto es, “otro Dios”...