KYRIE ELEISON

     

ESPÍRITU (2)

   

HOKDS

      E

libro 6 - capítulo 10


anterior - índice - siguiente

             
  El muro más difícil de franquear, que separa a Dios del hombre, es el de las iglesias institucionalizadas. Porque lo que debería ser un medio, se convierte en el fin mismo.
Las iglesias institucionalizadas no le facilitan al hombre la comunicación directa con Dios, sino que se sitúan como intermediarios, atentando seriamente contra la voluntad divina.
Pretenden apropiarse del Espíritu de la Verdad para convertirse en únicos y exclusivos intérpretes de lo sagrado, y no sólo piden la obediencia, sino también la fe: Ya no es el Espíritu Santo el que me ilumina, sino que la iglesia, madre y maestra, es la que me dice en lo que debo o no debo creer.
Esta no es la voluntad de Dios. Ningún hombre, ninguna institución tiene derecho a interponerse entre Dios y yo: esto es sagrado.

Un único Sacerdote es intermediario entre el Padre y yo: Jesucristo. Cuando el Padre y el Hijo vienen a morar en mí y yo me convierto en templo del Espíritu Santo, la Verdad se me hace presente y la Luz todo lo ilumina. Esto no será nunca posible si otros intermediarios mediatizan el mensaje divino, interponiendo normas y leyes, adiestrándome con sus “técnicas” de salvación, y diciéndome lo que ellos suponen que Dios me dice, sin dejarle hablar a Él mismo.
Si los doctores de las iglesias institucionalizadas tuvieran verdadera fe, no dudarían en el hecho de que el Espíritu de la Verdad no puede decir cosas contradictorias a los hombres a los que ilumina. Y entonces se limitarían a llevar a cada hombre a esa comunicación directa y personal en la seguridad de que todos coincidirán en lo verdaderamente esencial. Y si en algo no coinciden, es que no era esencial.

Hombres instruidos a la manera del mundo, hombres repletos de información, conocimientos, razonamientos: Nunca serán éstos los verdaderos doctores de la Iglesia de Cristo. Se complacen en instruir a los fieles que, por su incultura, jamás podrán llegar a comprender en profundidad el misterio de la salvación. Pero Dios me dice con mucha firmeza: El verdadero misterio de la salvación sólo lo pueden comprender los humildes, los sencillos, los pequeños. Y lo comprenden en lo más profundo de su corazón, porque es algo inexpresable. Éstos son los verdaderos doctores de la verdadera Iglesia de Cristo.

Yo, católico, pertenezco también a la verdadera Iglesia de Cristo. Y otros hombres de otras iglesias cristianas también pertenecen a la verdadera Iglesia de Cristo. Amo a mi iglesia católica, son mis hermanos más cercanos, los que Dios ha puesto cerca de mí para que yo muera por ellos, pero no creo que la iglesia católica goce de la preferencia divina por encima de otras iglesias, ni que esté incondicionalmente en posesión de la absoluta Verdad: Lo estará en la medida en la que esté muriendo por los débiles, y no lo estará en la medida en la que esté interfiriendo en esa comunicación luminosa que ha de existir entre Dios y cada uno de sus hijos.
Pues, ¿cuál es el origen de todos los fanatismos y de las sectas cristianas? ¿cual el origen de toda división entre las iglesias? La interferencia en la que un hombre se sitúa sin derecho en el papel de Jesucristo.

10 - a

Todo hombre que se ha entregado a la voluntad de Dios es santo, porque ya no es él mismo, sino que se ha convertido en templo del Espíritu. Pero que esto no nos lleve a confusiones:
Santo sólo es Dios. Cuando destacamos a un hombre entre los demás y le reverenciamos diciendo: “éste es santo”, estamos propiciando la aparición de intermediarios entre Dios y los hombres, y ésta no es la voluntad divina.
Canonizar a los hombres es un intento de agarrar en la tierra lo que sólo debe estar unido al Cielo.

Si se le permitiera a Dios edificar su Iglesia, seríamos verdaderamente un pueblo de sacerdotes, donde los jóvenes profeticen y los ancianos tengan visiones. Pero queremos ayudarle a Dios en lo que no conocemos, y le impedimos que su Espíritu impregne a su pueblo, porque pensamos que nosotros, con nuestra inteligencia, siempre seremos más eficaces que Él, que solamente cuenta con el Amor.