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el camino del mal

Salmo 037

= Alef. = No envidies a los que dicen ser libres porque no se someten a nada ni a nadie. Esclavos de sus caprichos, aridecen enseguida, como el heno, como la hierba tierna se marchitan.
= Bet. = Ten confianza en el Padre y obra el bien, vive en la tierra y crece en paz, ten tus delicias en el Amor, y te dará lo que pida tu corazón.
= Guimel. = Pon tu suerte en Dios, confía en Él, que Él obrará; hará brillar como la luz tu justicia, y tu derecho igual que el mediodía.
= Dálet. = Vive en calma ante el Padre, espera en Él, no te acalores contra el que prospera, contra el hombre que urde intrigas.
= He. = Desiste de la cólera y abandona el enojo, no te acalores, que es peor; pues los malintencionados que hoy prosperan, mañana caerán, mas los que esperan en el Amor poseerán la tierra.
= Vau. = Un poco más, y no hay explotador, buscas su lugar y ya no está; mas poseerán la tierra los humildes, y gozarán de inmensa Paz.
= Zain. = El que aborrece la Luz se revuelve interiormente contra el que la busca, rechinan sus dientes contra él; el Señor de él se compadece, porque lo ve caer. El Señor le llama, pero él no quiere escuchar.
= Jet. = Desenvainan la espada los déspotas de la tierra, tienden el arco, para abatir al mísero y al pobre, para matar a los que buscan la justicia; su espada entrará en su propio corazón, y sus arcos serán rotos.
= Tet. = Lo poco del humilde vale más que la mucha abundancia del déspota; pues los brazos del déspota serán rotos, mientras que a los humildes los sostiene el Amor.
= Yod. = El Padre conoce los días de los íntegros, su herencia será eterna; no serán confundidos en tiempo de desgracia, en días de penuria gozarán de hartura.
= Kaf. = Fracasarán, en cambio, los déspotas, los enemigos del Amor; se dispersarán como el ornato de los prados, en humo se desvanecerán.
= Lámed. = Toma el ambicioso prestado y no devuelve, mas el humilde es compasivo y da; los que se dejan amar por Él, serán bendecidos y poseerán la tierra, los que pretenden llevar las riendas de sus vidas y del mundo según sus caprichos, todo lo perderán, pues nada les pertenece por Justicia.
= Mem. = El Padre está pendiente de los pasos de cada hombre. El que se deja guiar llega; sus pasos son firmes y su camino placentero; aunque caiga, no se queda postrado, porque el Padre la mano le sostiene.
= Nun. = Fui joven, ya soy viejo, nunca vi al justo abandonado, ni a su linaje mendigando el pan. En todo tiempo es compasivo y presta, su estirpe vivirá en bendición.
= Sámek. = Apártate del mal y obra el bien, tendrás para siempre una morada; porque Dios ama lo que es justo y no abandona a sus amigos.
= Ain. = Los hombres que explotan a sus hermanos no pueden permanecer, porque la Justicia del cielo no hace excepciones. Los imperios y los déspotas que los gobiernan piensan que tienen el respaldo del cielo, y por eso han sido encumbrados, pero no es la Luz del Padre la que les está iluminando en su escalada, sino la luz perecedera del que hace sentir a unos hombres superiores a otros, y les lleva así a competir y a enfrentarse. Esa luz se desvanece y los imperios quedan desolados; sin embargo los humildes poseerán la tierra, y habitarán en ella para siempre.
Sabiduría susurra la boca del hombre que se ha puesto en manos de Dios: su lengua habla rectitud; la ley de su Dios está en su corazón, el Espíritu le ilumina, sus pasos no vacilan.
Los hombres del mundo quieren, por sí mismos, aprehenderlo todo, mantenerlo bajo su control, pero todo se les escapa; proponen todo juicio a la razón, y la razón les engaña. Quieren estar seguros, pero dudan. Quieren dudar y no pueden: se agarran a sus frágiles razonamientos desesperadamente.
Mira el hombre del mundo al humilde de Dios que se sostiene sin apoyo, y siente la necesidad de empujarlo para que caiga. Pero el Padre en su mano no le abandona, le libra de todas las trampas.
Espera en el Amor y guarda su Camino, Él te exaltará a la herencia de la tierra, la caída de los imperios y sus déspotas verás.
He visto al explotador muy arrogante empinarse como un cedro del Líbano; pasé de nuevo y ya no estaba, le busqué y no se le encontró.
Observa al humilde, mira al hombre íntegro: hay descendencia para el hombre de Paz; pero los rebeldes hoy están y mañana desaparecen, y la posteridad de los insolentes solo sirve de vergüenza para las naciones.
La salvación de los humildes viene del Padre, Él su refugio en tiempo de angustia; el Padre los ayuda y los libera, de la impiedad Él los libra, los salva porque a Él se acogen.

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