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sed de Dios

Salmo 063

Padre, Tú eres mi Dios. Todos mis deseos en este mundo se resumen en uno solo: Llegar hasta ti. Me doy cuenta de que a ti te busco en todas las cosas, por eso nada me satisface, y nada podrá satisfacerme hasta que no te encuentre plenamente a ti.
Ya lo he descubierto: Cuando me siento vacío, sin fuerzas, sin ilusión, ya no me habré de engañar: lo único que me falta eres Tú. Tu Amor es mejor que mi vida, pues tu Amor es la Vida; mis labios te glorificarán por siempre.
Mi alma contra ti se aprieta, me empapo de ti, te hago mi carne y mi espíritu; te alabo lleno de alegría pues compruebo tu presencia en mi vida, más tangible que la materia misma: Camino yo descalzo entre púas y ascuas, y no sufro daño porque Tú me sostienes.
Los que intentan perderme ya no son despreciables a mis ojos: Les miro sin temor, nada pueden contra mí.

Nuestro Rey en el Padre se gloría; el que en Él se apoya, por Él será glorificado cuando los mentirosos cierren la boca porque la Verdad ya no pueda ser velada.

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