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La gratitud es signo de nobleza; el hombre agradecido reconoce la generosidad.
Nosotros reconocemos la generosidad divina que procede del Amor y que se manifiesta en la vida.
¡Padre nuestro, que te den gracias los pueblos, que todos los pueblos te den gracias!
Alegrémonos, pues el Amor que da vida a todo lo que existe es siempre justo;
no hay que esperar la insolencia, pues del Amor pende toda vida,
y el Amor es generoso, y el Amor encierra toda la Justicia.
¡Padre nuestro, que te den gracias los pueblos, que todos los pueblos te den gracias!
Nuevos brotes de la tierra exultan la alegría que siempre se renueva.
La gratitud es signo de nobleza; nosotros damos gracias sin cesar.
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