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No quiero soluciones fáciles para salir del paso,
quiero encontrar el Camino que guíe mi vida hasta mi muerte.
Necesito un compromiso serio que dirija todos mis pensamientos,
que dé peso a todos mis actos.
Filosofías y religiones: De la frivolidad al ascetismo, del escepticismo al fanatismo.
Nada me convence.
Dentro de mí está la voz que susurra, los destellos de la luz que me muestra una salida,
entrada a un nuevo Reino.
Fuera de mí lo veo, dentro de mí lo corroboro:
el Dios Amor me conduce con cariño y me dice «Yo soy».
Gozoso me dejo guiar por Él.
Le hablo, le pregunto, y Él me responde en todas las cosas, en todos los hechos.
Un día me dijo: «Ahora ya no voy a estar más contigo, sino que voy a estar en ti».
Y no volví a sentir su presencia.
Al principio me lamentaba:
¿Se ha agotado para siempre su Amor? ¿Se acabó su Palabra para mí? ¿Hasta cuándo?
Recordaba con añoranza las maravillosas muestras de su Amor,
su presencia más palpable que la propia materia.
Hasta que un día acepté la responsabilidad de ser verdadero cristiano:
Puro Amor sin aspavientos ni afectación.
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