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¡Seamos honestos! ¡Reconozcamos que la inmensidad del universo nos desborda!
Todo es influenciable por todo; hay infinidad de caminos en los que todo se enlaza.
¿Dónde está ese principio de Unidad que conecta y concilia el límite de lo heterogéneo?
Los hombres no quieren vivir en el asombro, porque sólo confían en lo que poseen.
Buscan la manera de mantenerlo todo bajo control, todo lo quieren ajustar en leyes.
Pero llega el fracaso y dicen: “No hay lógica para este mundo”. Y se entregan al placer.
Nosotros no necesitamos poseer, ni manipular, ni mantenerlo todo bajo nuestro control;
porque al Uno que conforma y concilia al universo entero, nosotros lo hemos conocido.
En el interior de cada cosa que existe está Él: En Él, hasta lo más remoto es cercano.
No endurezcamos nuestro corazón: La Voz del Uno tiene algo importante que decirnos.
No sea que se acerquen tiempos de bendición y prosperidad, y nosotros no estemos ahí.
No sea que el cumplimiento de nuestros anhelos llegue y ya no nos pueda encontrar.
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