anterior

índice

siguiente

acción de gracias

Salmo 116

Yo amo porque mi Padre escucha mi voz,
porque inclina su oído cada vez que le invoco.
Porque me siento amado, por eso puedo amar.
Cada vez que me invade el desconcierto y la angustia
yo, en mi soledad, me siento a hablar con mi Padre.
Un calor en mi corazón: ¡Él está conmigo!

Él convierte mi incertidumbre en confianza;
con mis lágrimas toda mi angustia se derrama.
Vuelve la Paz, pero yo no he regresado,
sino que es otra Paz más libre y profunda,
porque la incertidumbre que me amenazó,
ha sido vencida para siempre. No volverá.

A ti, Padre, debo toda mi vida y mi alegría,
para ti mi energía y mi entusiasmo.
Me has liberado y me has mostrado la Verdad:
Todo de lo que me apropie, me será arrebatado,
pero nada de lo que entregue lo perderé jamás.
Para ti consumiré toda mi vida. Por siempre viviré. 

anterior

índice

siguiente