KYRIE ELEISON

     

ESPÍRITU (2)

   

HOKDS

      E

libro 4 - capítulo 02


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  Mi Padre me conoce perfectamente y de nada me sirve presentarme ante Él como un hombre justo, escondiendo mis miserias y justificándome en mis impurezas. Todo lo que de mí yo escondo es oscuridad que mantengo. No puedo estar plenamente ante la Luz si necesito ocultar una parte de mí.
Le glorifico y le pido su Espíritu, y Él me dice: “Enséñame tus manos”.
Mis manos están sucias, por eso las llevaba atrás. Yo me justifico: “Señor, aun me queda mucho camino por recorrer para llegar a la pureza, pero ten paciencia, que lo conseguiré”.
Y el Señor me dice: “¿Dónde te lavarás las manos? Si no te las lavas en la sangre del Cordero y en mi presencia, no encontrarás dónde hacerlo, porque sin la Luz, todo es suciedad.”

Y yo replico: “¿Cuantas veces más habrás de soportar que yo me purifique en ti?”.
Él me responde: “Y yo te digo que, sin tus pecados, no te quiero en mi presencia”.
E insisto: “¡Pero el pecado es la muerte!”.
“No deseo tu pecado, sino tu humildad. Si no me muestras tus miserias ¿qué otra cosa puedes mostrarme para que yo te sane y te traiga conmigo librándote de la muerte?”
“Desearía presentarme ante ti en absoluta pureza”.
“¿Para qué? ¿Para que yo te alabe? Nunca recibirás mi alabanza porque la única pureza que puedes alcanzar es la que yo quiera regalarte, ¿cómo pretendes presentarte ante mí con tu propia pureza?”
 

02 - a

Con lágrimas en los ojos, le pregunté: “¿Por qué me regalas tanto, Señor? Yo no merezco nada. Tengo miedo de que algún día puedas reprocharme lo mucho que me has dado y lo poco que te he dado yo a ti.”
“Tú nada tienes, nada puedes darme. Yo no necesito nada de ti.”
“¿Qué quieres de mí?”
“Ocúpate de mis hijos, empezando por los que sufren.”


02 - b

“Señor, ¿cómo puedo alcanzar la pureza?”
“Pídemela.”
“Ya te la pido, pero Tú no me la das.”
“Si tú me la pides, Yo siempre te la doy, eres tú que no quieres recibirla.”
“Pero yo hago por alcanzarla.”
“¿Aun no te has dado cuenta de que tú no puedes alcanzar nada por ti mismo? Ya te lo he dicho: no hagas nada, no me estorbes.”