ESPÍRITU


	Pero cuando un hombre, pertenezca a la cultura que sea, encuentra en su interior la paz iluminada y vivificadora de la humildad, el sometimiento y la obediencia a aquello que siente en su interior como algo esencialmente más elevado que él, ya no quiere deshacerse de ella y emprende un camino de sabiduría que conduce siempre el mismo sitio: el Uno que abarca al Todo, lo simple que resume lo complejo. Se descubre a sí mismo en todas y cada una de las cosas que le rodean, y se enciende en su corazón el Amor, sin el cual no existe sabiduría viva, sino fríos y estáticos conocimientos de prepotencia. Por eso dice el Señor: “El que no está conmigo, está contra mí”. ¿Qué verdad realmente elevada podría yo encontrar que se oponga a La Verdad? Siendo así, nada que esté en la Verdad puede oponerse a ella, y todo que esté fuera de la Verdad necesariamente se opone a ella. Pero esto yo no lo sé porque lo haya leído en las escrituras, sino que las escrituras despertaron esa sabiduría dormida que hay tanto mí, como en todos los hombres de la tierra.