KYRIE ELEISON

     

ESPÍRITU

   

 

      E

libro 2 - capítulo 15


anterior - índice - siguiente

             
  Mi Padre piensa en mí y escucha mis oraciones. Cuando estoy triste y me siento solo, percibo su presencia más que la de cualquier otra cosa. Cuando me siento pleno, simplemente sé que está cerca. Y esto que hace conmigo, también lo hace con todos y cada uno de los hombres. ¿Quién podría tener motivos de desesperación? Pero la desesperación de cada hombre es la tristeza del Padre, y su tristeza mi desesperación.
Porque este otro hombre desesperado, soy yo mismo.

Si todo lo que soy capaz de percibir forma parte de mí, yo puedo transformarlo según mi conveniencia: Expandiéndolo primero en la conciencia de mi “yo”, transformándolo luego en la inconsciencia. Pero si yo trazo mi camino y me declaro dios de mí mismo, ¿quién tendrá para mí palabras de vida eterna? ¿Quién aliviará mi desesperación?