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¿Dónde está el Cielo?
Llamamos ‘cielo’ al espacio inabarcable que está por sobre las nubes. Según dicen los evangelios, cuando Jesucristo subió físicamente hasta el Padre, desapareció por entre las nubes. Sin embargo no es ése el Cielo donde está esté el Reino eterno. Los evangelistas expresaban lo inexpresable utilizando símbolos de la época en la que vivían, para que pudieran ser comprendidos.
Dice Jesucristo: “El Reino de los Cielos está en vuestro interior.”
No dijo “en medio de vosotros”, que hubiese significado un reino basado en la asociación, sino “en vuestro interior”, que expresa la idea de un Reino basado en la comunión espiritual.
Todo ser vivo es un puente entre la realidad material y la realidad espiritual, y está abierto por ambos extremos. Cuando lo material se endurece tanto que el extremo espiritual se cierra, el ser muere y se entrega a la materia.
Sin embargo el ser humano tiene la posibilidad de realizar el proceso contrario: Permanecer abierto en el extremo espiritual y así, tras la muerte, entregarse al espíritu mismo. El ser humano sólo puede mantener abierto su extremo espiritual cuando renuncia a todo lo material. Entonces la materia no lo reclama, pues no pertenece a ella.
Esto sólo lo puede comprender aquél que lo ha vivido y que lo vive con verdadera fe.
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