inicio

temas Palabra salmos de oriente ecumenismo advertencias

PALABRA

anterior

22/02/2007

siguiente

discernimiento

164

No es lo mismo decir “este hombre hace mal” que decir “este hombre es malo”. Lo primero es discernir, lo segundo es juzgar. El que está lleno del Espíritu distingue entre la liberación y la esclavitud, alaba lo primero y condena lo segundo. No juzga ni condena al ser humano, pero denuncia con fuerza sus actitudes prepotentes. Resistirse al mal significa luchar contra el injusto y no contra la injusticia. El que lucha contra el injusto no pone la otra mejilla, porque tampoco ha sabido discernir y entonces juzga. El que lucha contra la injusticia y no contra el hombre injusto, ése pone la otra mejilla, porque no ve en el que le golpea a un enemigo, sino a la razón de ser de su lucha.

Si un poderoso es golpeado por un mendigo, para el poderoso es muy fácil demostrar tolerancia y no devolver el golpe, aun cuando la agresión fuera injusta. Está bien asentado en su riqueza material, está bien defendido por todos los que se le someten. Adoptando una postura paternalista gana incluso más poder sobre su gente. Pero si un mendigo es injustamente golpeado por un poderoso, para el mendigo es muy difícil mostrar la misma tolerancia, porque no tiene ninguna riqueza en la que asentarse ni ejército que vaya a defenderle. Si el mendigo deja la Justicia en manos del Cielo es que está lleno del Espíritu. Si el poderoso no devuelve el golpe es un buen estratega.

Desde dentro de un palacio, arropado por un ejército de súbditos, se puede hablar de estrategias. A ras del suelo, protegido exclusivamente por la Justicia divina, se puede hablar de cristianismo. A ras del suelo caminó Jesucristo, y a ras del suelo deben caminar todos los que luchen por la Paz, por el Reino y su Justicia. Porque, cuando existen soportes materiales sobre los que apoyarse, la Justicia divina se aleja: No se le puede reclamar al Cielo lo que ya se ha obtenido del mundo. Cuando los palacios sean abandonados y las jerarquías dejen de significar el poder de unos hombres sobre otros, entonces se le permitirá a Jesucristo tomar las riendas de lo que le pertenece.

anterior

22/02/2007

siguiente